La adolescencia es una etapa llena de cambios tanto físicos como psicológicos que nos permite transitar de la niñez a la adultez.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como "el periodo de la vida en el cual el individuo adquiere la madurez reproductiva, transita los patrones psicológicos de la niñez a la adultez y establece su independencia socioeconómica" 

Es por esto que no extraña el hecho que en esta etapa nuestro cuerpo requiera un  cuidado especial a nivel de alimentación para garantizar el desarrollo de todos los procesos biológicos que caracterizan esta etapa de la vida. La adolescencia comienza al rededor de los 11 y 12 años de edad con la aparición de los primeros caracteres sexuales  y cambios visibles en los individuos y culmina entre los 19 y 20 años con la adquisición de la madurez biológica, sin embargo, en medio existen una serie de ajustes que requirieren de una adecuada nutrición pues existe una redistribución de grasa y músculo que aumenta nuestros requerimientos nutricionales.

Es así como el adolescente puede permitirse "comer más" en comparación a un adulto sin embargo se debe cuidar la variedad, calidad y cantidad de los alimentos para que exista un balance energético optimo.

A pesar que la cantidad de proteínas, carbohidratos y grasas dependerá del sexo, edad, actividad física y altura del adolescente, existen requerimientos de calcio hierro, zinc y vitaminas A, D, Ácido fólico, B12, B6, Riboflavina, niacina y tiamina que pueden ser adquiridos a través de una buena alimentación que incluya gran variedad de vegetales, frutas, proteínas y carbohidratos complejos y almidonados de un indice glucémico medio para evitar picos de insulina.

Además es importante controlar la cantidad y calidad de los dulces y chucherías en esta etapa, no se trata de eliminarlos sino de aprender a consumirlos de forma moderada y sobre todo ayudar al adolescente a crear una buena relación con su cuerpo. 

Te espero la próxima semana para hablar sobre la alimentación en adultos.