Las alergias e intolerancias alimentarias son trastornos que aparecen frecuentemente y condicionan la alimentación de muchas personas.

   Aunque muchas veces se habla de alergias hay diferencias muy importantes entre las alergias y las intolerancias pues el proceso en que se produce en el organismo es distinto y la gravedad también varía.

 Esta es la diferencia básica respecto a las intolerancias ya que en estas NO hay ninguna respuesta inmune, sino que es una reacción local, a nivel del aparato digestivo.

 la Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica la define la alergia alimentaria como una reacción de hipersensibilidad a alimentos mediada inmunológicamente. En ellas las siempre hay un primer contacto con el alérgeno, que es la sustancia que desencadena la reacción en el  la persona prueba un alimento por primera vez y en ese momento no se produce ningún tipo de efecto visible, pero su sistema inmune reconoce el alérgeno como un elemento extraño.

 Es decir, sus defensas consideran que ese ingrediente es un agresor. Por lo tanto, reacciona generando anticuerpos de manera que, si vuelve a consumir el alimento su cuerpo estará preparado para hacer frente a esa amenaza.En el momento en que esa persona ingiera ese alimento por segunda vez, los anticuerpos generados reconocen el alérgeno y enviarán la señal para que las células defensoras liberen compuestos químicos que intentarán neutralizar la amenaza.

Los sintomas de las alergias  pueden ser leves y ligeramente molestos  como : Picores, hinchazón, rinitis, eccema, náuseas, vómitos, etc. 

Pero en ocasiones son graves porque puede desencadenarse un shock anafiláctico: se produce mareo, confusión, hinchazón de las vías respiratorias y contracción de los músculos de los bronquiolos que provocan dificultad para respirar, caída de la presión arterial, arritmias y, finalmente, muerte por fallo circulatorio.

Generalmente la reacción se produce por ingestión del alérgeno, pero en personas muy sensibles puede aparecer con el contacto o inhalación.Es muy importante tener claro que cantidades mínimas de la sustancia pueden desencadenar este efecto. El simple contacto de un alérgeno con otro alimento lo contaminará y la persona alérgica puede sufrir la reacción, aunque el alimento que le produce el problema no esté presente.