Iniciamos un nuevo año y si uno de tus objetivos es transformar tu estilo de vida y ser mucho más saludable seguro haz pasado por la frase "No sé por dónde empezar" y es que en la actualidad tenemos acceso a un montón de información que si bien puede ayudarnos no siempre se adapta a nuestras necesidades, posibilidades o sencillamente a nuestros gustos y por eso hoy quiero darte todas las herramientas para que empieces desde 0 y no desistas en el proceso.

Un estilo de vida saludable es mucho más que comer vegetales y hacer ejercicio, debes tener en cuenta que tú salud también se ve definida en base al entorno en que te desenvuelves, tus emociones, las decisiones que tomas y sobre todo la perspectiva y aspiraciones que tienes sobre ti y esta nueva etapa en tu vida; es por ello que no basta con hacer cientos de cambios de un día para otro o adoptar el estilo de vida de alguien más. La clave de tú éxito será a partir cambios adaptados únicamente a tí, a tus gustos, a tu estilo de vida actual, tus requerimientos y demás ya que de esta forma podrás ver resultados seguros sin comprometer el resto de actividades cotidianas y sobre todo, será mucho más fácil para ti mantener los cambios con el paso del tiempo.

Pero a este punto aún debes preguntarte cómo gestionar todo adecuadamente y por eso decidí seleccionar sólo 5 puntos que te darán un buen punto de partida y garantizarán que todo el cambio sea realmente funcional para tí.

Comienza por evaluar tu estado actual: es importante conocer tu condición actual y definir con qué recursos cuentas para iniciar este proceso, te sugiero tomar fotografías, hacer una lista con tu peso, tus medidas, el tiempo que tienes disponible, las herramientas y recursos que usarás para tener así una mejor organización y proyectar tu día de forma mucho más eficiente en función a tu meta.

Consulta con un profesional: es indispensable consultar con un profesional de salud para saber cuáles son realmente nuestras necesidades y requerimientos, conocer tus datos clínicos te permitirá conocer mejor lo que le funciona a tu cuerpo y le dará la información necesaria a tu médico o nutricionista para adecuar tu alimentación, suplementación o actividades de forma segura creando así un plan sin riesgos que podrás ajustar y gestionar a largo plazo.

Establece objetivos realistas: aceptate y  proyecta tus metas en función a quien eres y lo que realmente puedes manejar, secciona tu objetivo final en pequeños retos y enfócate en trabajar hasta lograr  cada uno sin poner un límite de tiempo o recursos, los cambios no son lineales y años de malos hábitos no se irán en unos pocos meses así que no intentes cambiar todo de la noche a la mañana y disfruta cada pequeño avance en el camino.

Toma decisiones inteligentes: evalúa tus posibilidades y adaptalas como mejor te funcionen, si trabajas en las mañana no te resultará conveniente planificar actividades como tus entrenamientos en ese momento del día así que mejor lo dejas para la tarde o la noche, si por el contrario no puedes cocinar tus almuerzos todos los días realiza un mealprep o busca opciones dentro del menú que contengan mayor cantidad de vegetales, formas de cocción como la plancha o el horno y alimentos menos procesados. Todo se trata de equilibrar y que este nuevo estilo de vida se ajuste a ti no que tú lo hagas a él.

Lleva un registro de tus avances: es la mejor forma de mantenerte motivado y de recordarte todo lo que haz logrado. Un registro del progreso es además una gran herramienta para evaluar qué le funciona a tu cuerpo y así hacer ajustes periódicos a tu plan. Te ayudará a sentirte orgulloso de tu disciplina y a establecer incluso nuevos objetivos. Para ello, recomiendo que una vez al mes tomes fotografías de tu cuerpo, lleves notas en un cuaderno donde expliques como te haz sentido y que cosas haz mejorado o debes mejorar. 

Gracias por acompañarme un año más y permitirme ser parte de tu nuevo estilo de vida, ya tienes un punto de partida así que te espero el próximo viernes con un nuevo artículo en La hora para mí.